domingo, 1 de agosto de 2010

Te invito a NO rendirte...









Cuando yo era chica me encantaban los circos, y lo que más me gustaba eran los animales. Me llamaba poderosamente la atención, el elefante. Después de su actuación, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo. Sin embargo, la estaca era un minúsculo pedazo de madera, apenas enterrado unos centímetros en la tierra.

Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que ese animal, capaz de arrancar con su fuerza un árbol de cuajo, podría con facilidad arrancar la estaca y huir. ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye?

Cuando era chico, pregunte a los grandes. Algunos de ellos me dijeron que el elefante no escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces, la pregunta obvia... - y si está amaestrado, ¿porqué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.

Hace algunos años, descubrí que alguien había sido lo suficientemente sabio como para encontrar la respuesta. El elefante del circo no escapa, porque ha estado atado a una estaca parecida a esta, desde que era muy, muy pequeño.

En ese entonces, cuando era un pequeño elefantito y se vio atado a este extraño elemento de metal, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo. La estaca, era ciertamente, muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvió a intentar, y también el otro, y el que seguía...

Hasta que un día, un terrible día que lo marcaría para siempre, el animal aceptó con impotencia y resignación su destino. Este elefante enorme y poderoso que vemos en el circo, no escapa porque CREE QUE NO PUEDE.

Él tiene recuerdo de ese fracaso, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor, es que jamás se volvió a cuestionar seriamente, si aún no podía. Jamás... jamás intentó poner a prueba su fuerza otra vez, aún viendo como su cuerpo crecía y se hacía cada vez más fuerte. Simplemente nunca más lo volvió a intentar.

Y tú, tienes algo de elefante? Cada uno de nosotros somos un poco como ese elefante: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad. Vivimos creyendo que un montón de cosas "no las podemos hacer", simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos.

Grabamos en nuestro recuerdo: No puedo, no puedo y nunca podré. Muchos de nosotros crecimos portando ese mensaje que nos impusimos a nosotros mismos y nunca más lo volvimos a intentar. La única manera de saberlo, es intentar de nuevo, poniendo en el intento TODO TU CORAZÓN.

Esta es una vieja historia de autor desconocido, que refleja muy bien lo que pasa por la mente de muchas personas, al momento de enfrentar un nuevo desafío. Ojalá lo recuerdes antes de decir la próxima vez "no puedo".
Con amor,
M!

4 comentarios:

  1. La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea interesante.
    Esta frase la use para las invitaciones de mis 15 años! Que lindo,me llevan a los mejores recuerdos.

    Y con respecto al post: Me encanto! Es muy cierto,ojala pueda poner en practica eso de recordarlo. ;)
    Un beso!

    ResponderEliminar
  2. Si la verdad que si,entre a un nuevo colegio y estoy pagando "el derecho de piso" pero es mi realidad,no me queda otra que asumirla!
    Suerte para vos tmb,un beso! ;)

    ResponderEliminar
  3. me encanto lo que dice. te amo ♥

    ResponderEliminar
  4. Que bueno que me vino esto, vengo de dar una materia que por cuarta vez no pude aprobar y hasta recien habia llegado a la conclusion de no intentarlo mas, pero sinceramente, aunque mis caderas vallan para ese lado, yo no quiero parecerme al elefante!

    ResponderEliminar

dale che, opina nomás.